Todo era triste
Las calles se desvanecían a mi paso
Y yo, en otra dimensión.
El joven cantautor y el maduro saxofonista escupen la melodía mas atribulada y mustia del mes,
Y yo, en otra dimensión.
La fuerza se agota,
Y en medio de esta insana prueba de fe
Un sueño sideral.
Y yo, en esa dimensión.
Agobiado por el avance de las paredes,
Que aplastarían mis huesos si no trataba de remediarlo,
En otra dimensión.
El tiempo, antes fugaz,
Se tornara en un laberinto
Del cual no encontraba entrada ni salida.
Era tan triste que incluso no se puede contar sin que resulte mediocre.
Pero allí estaba yo,
en donde tus pensamientos bañan la mar de los piratas, y huele a mediterráneo.
allí donde mi cuerpo desea pero no alcanza...
En la otra dimensión.
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