Recorrí la calle Argentina
hasta plaza América,
con aquella chaqueta
que había comprado por un par de euros
en un mercadillo de la zona vieja.
Saludé al dependiente
nada más entrar en la tienda de discos
a la cual iba una vez por semana
para curiosear novedades, fumar unos cigarros y tener un poco de conversación.
La tienda tenía un pequeño ventilador,
que repartía aire fresco por todo el local.
Razón de más para ir a pasar los calurosos días de verano en esta ciudad.
Sé que suena a peli de Hollywood pero, repentinamente,
aquella chica y yo
estábamos sosteniendo la misma copia del Face to Face de Los Kinks.
No tardé en reconocer su cara...
Aún así
La invité a escuchar aquel album
en mi apartamento.
Aceptó y compartimos algunas botellas de vino
que guardaba desde hacía mucho tiempo
para una ocasión especial.
Aquel brebaje hacía que sus labios parecieran más rojos todavía,
y su mirada más ardiente.
Risas, excesos, derroches, caricias... Y confesiones
Por suerte o por desgracia había un señor esperando en casa a aquella señorita.
Aún así se quedó a dormir,
demasiado borracha para coger el coche y,
supongo que,
culpa de los excesos,
trató de besarme.
Me aparté de su lado con un sutil gesto
y le ofrecí mi cama para dormir.
mientras, yo vigilé su sueño,
esperando a las olas que trae consigo la resaca.
Al amanecer me dijo que deseaba volver a verme, que había sido una noche mágica.
"Vé", le dije,
"arregla tu vida y cuando tengas algo en claro, vuelve a buscarme."
Se lo dije a ella,
pero realmente era yo el que no tenía nada claro.
Pienso que el amor está sobrevalorado.
No entiendo bien a qué se refieren con amor.
Nadie en ninguna parte sabe qué diablos pasa con él.*
Y lo que sentí con aquella chica fue algo muy grande,
por eso decidí no seguir adelante,
tomar distancias, darnos un respiro.
A fin de cuentas,
¿ que pintaba yo?,
poeta sin oficio ni beneficio,
¿ en la vida de una conocida reportera del canal 6?
*Frase extraída de un diálogo del film Manhattan de Woody Allen
lunes, 30 de mayo de 2011
miércoles, 4 de mayo de 2011
Esta no es Nuestra Partida
Sé que ha llegado
para quedarse.
Está aquí para enseñarme un camino.
Uno de tantos.
Las razones del viajero son diversas y complejas.
Camina, y mira hacia atrás.
No mira por miedo,
sino por impotencia.
Se esconde detrás de un caparazón.
Tiene el mismo color que mi propio caparazón.
Y cada rasguño hace mella en el alma
a pesar de parecer completamente superficial.
Nadie diría que tiene motivos para protegerse.
Aunque si tus ojos consiguen penetrar su mirada,
sabrás que sus razones
responde a sucesos de fuerza mayor.
No serás capaz de entender a simple vista los motivos
ni la latencia que acarrea el rumbo de su vida.
En cierto momento yo también he tenido razones,
y las sigo teniendo.
No podemos decidir,
somos piezas de ajedrez
y esta no es nuestra partida.
Solo podemos planear nuestros movimientos,
pero nunca los del jugador.
Ni siquiera los de otras piezas.
para quedarse.
Está aquí para enseñarme un camino.
Uno de tantos.
Las razones del viajero son diversas y complejas.
Camina, y mira hacia atrás.
No mira por miedo,
sino por impotencia.
Se esconde detrás de un caparazón.
Tiene el mismo color que mi propio caparazón.
Y cada rasguño hace mella en el alma
a pesar de parecer completamente superficial.
Nadie diría que tiene motivos para protegerse.
Aunque si tus ojos consiguen penetrar su mirada,
sabrás que sus razones
responde a sucesos de fuerza mayor.
No serás capaz de entender a simple vista los motivos
ni la latencia que acarrea el rumbo de su vida.
En cierto momento yo también he tenido razones,
y las sigo teniendo.
No podemos decidir,
somos piezas de ajedrez
y esta no es nuestra partida.
Solo podemos planear nuestros movimientos,
pero nunca los del jugador.
Ni siquiera los de otras piezas.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)